Siempre les ponen una traducción terrible a los buenos títulos, yo creo que el viejito que se dedica a nombrar / retítular las películas tiene un muy mal concepto de la inteligencia mexicana, en éste caso, el título original es “The time traveler’s wife”. El caso es que si le hubieran puesto éste título en México, seguramente hubiera tenido más público, ya que siempre los viajes en el tiempo han estado en el top ten de desafíos aún inalcanzables para el humano, entonces recurrimos bastante por medio del celuloide a realizar nuestros sueños mas ficticios.
Película basada en el best-seller homologo de Audrey Niffenegger, escritora gringa cursi pero buena. Este libro vendió decenas de miles de copias en Estados Unidos y algunos más alrededor del globo, ya sea por su contenido excesivamente cursi, trágico e híper romántico, y todo esto combinado con la ciencia ficción. La trama cursi – enredosa va más o menos así; Henry (el guapérrimo Eric Bana) es un hombre con un desorden genético, que le hace viajar involuntariamente en el tiempo cuando está bajo presión. Aunque ese desorden le hace desaparecer durante largos periodos, él intenta llevar una vida normal con la mujer a la que ama (la malísima y tontísima Rachael McAdams , una joven heredera que intenta adaptarse a la situación. Entre dimes y diretes, la película está bien narrada, bonita fotografía y excelente soundtrack, con pistas de Coldplay, Lifehouse, American Analog Set y un maravilloso cover del clásico de Joy Division “Love will tear us apart” interpretado por la Broken Social Scene.
Siguiendo con la película, la historia es buena, la tesis es mejor, pero el resultado es pobre; se queda en otra película hollywoodense ridículamente cursi donde el protagonista es el amor imposible (situación taaaan refriteada), pero dejando de lado el factor “viajar en el tiempo” de lado, lo contrario de lo que pasa con el libro, donde se explota mas este maravilloso recurso que se apega mas a la ciencia ficción que a un melodrama gringacho. Y no es la primera vez que nuestros norteños vecinos tienen una excelente tesis y a la mera hora la riegan gacho, por poner otro ejemplo tenemos la terrible “El curioso caso de Benjamin Button”, donde otra vez el factor tiempo y la maravillosa construcción y deconstrucción de éste se ve subordinado por la historia de amor imposible.
Pero bueno, sé que puedo ser muy grinch a veces con las películas, entonces mejor váyanla a ver y critiquen conmigo, eso si, ni yo me salve de llorar en varias escenas, pero eso no es porque la película fuera buena, es solo porque son un chico emo encerrado en el cuerpo de un chico normal, todo me rompe el corazón. Y si lo que les gusta como a mí, es en realidad, ver cómo un director puede narrar historias donde el tiempo es diverso y cambiante todo el tiempo, les recomiendo otras joyitas como “Donnie Darko”, “Volviendo al Futuro”, “12 Monos” o mi favorita “Reconstruction” de Christopher Boe y la clasiquísima “Jumanji” o algunas otras cosas feítas de Hollywood como “The Jacket”, “Click” o “Hombre de Familia”… no, esas no las vean, son maaalas malas.
Por Paco. E
Película basada en el best-seller homologo de Audrey Niffenegger, escritora gringa cursi pero buena. Este libro vendió decenas de miles de copias en Estados Unidos y algunos más alrededor del globo, ya sea por su contenido excesivamente cursi, trágico e híper romántico, y todo esto combinado con la ciencia ficción. La trama cursi – enredosa va más o menos así; Henry (el guapérrimo Eric Bana) es un hombre con un desorden genético, que le hace viajar involuntariamente en el tiempo cuando está bajo presión. Aunque ese desorden le hace desaparecer durante largos periodos, él intenta llevar una vida normal con la mujer a la que ama (la malísima y tontísima Rachael McAdams , una joven heredera que intenta adaptarse a la situación. Entre dimes y diretes, la película está bien narrada, bonita fotografía y excelente soundtrack, con pistas de Coldplay, Lifehouse, American Analog Set y un maravilloso cover del clásico de Joy Division “Love will tear us apart” interpretado por la Broken Social Scene.
Siguiendo con la película, la historia es buena, la tesis es mejor, pero el resultado es pobre; se queda en otra película hollywoodense ridículamente cursi donde el protagonista es el amor imposible (situación taaaan refriteada), pero dejando de lado el factor “viajar en el tiempo” de lado, lo contrario de lo que pasa con el libro, donde se explota mas este maravilloso recurso que se apega mas a la ciencia ficción que a un melodrama gringacho. Y no es la primera vez que nuestros norteños vecinos tienen una excelente tesis y a la mera hora la riegan gacho, por poner otro ejemplo tenemos la terrible “El curioso caso de Benjamin Button”, donde otra vez el factor tiempo y la maravillosa construcción y deconstrucción de éste se ve subordinado por la historia de amor imposible.
Pero bueno, sé que puedo ser muy grinch a veces con las películas, entonces mejor váyanla a ver y critiquen conmigo, eso si, ni yo me salve de llorar en varias escenas, pero eso no es porque la película fuera buena, es solo porque son un chico emo encerrado en el cuerpo de un chico normal, todo me rompe el corazón. Y si lo que les gusta como a mí, es en realidad, ver cómo un director puede narrar historias donde el tiempo es diverso y cambiante todo el tiempo, les recomiendo otras joyitas como “Donnie Darko”, “Volviendo al Futuro”, “12 Monos” o mi favorita “Reconstruction” de Christopher Boe y la clasiquísima “Jumanji” o algunas otras cosas feítas de Hollywood como “The Jacket”, “Click” o “Hombre de Familia”… no, esas no las vean, son maaalas malas.
Por Paco. E
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