Problemas con el acné

Cuando pensamos en acné por lo general lo asociamos a un problema de adolescencia pero la verdad es que éste afecta también a muchos adultos que parecen no poder olvidarte de él nunca.

Existen algunas cosas básicas que comentar sobre este problema dermatológico y una de ellas son las causas. Generalmente el acné se genera por un aumento en la producción de grasa por las células sebáceas. Estas células son blancas de la bacteria que causa el acné vulgaris, lo que provoca inflamación que se convierten en los incómodos barritos o “comedones”.

Generalmente si el acné no es muy complicado un antibiótico o un jabón medicado terminan con el problema. Es esencial lavarse la cara muy bien 2 veces al día ya que de esta manera eliminamos las bacterias y mantenemos nuestra piel limpia. Por lo general se puede recurrir a algunos remedios caseros para erradicar el problema como por ejemplo ponerse una mascarilla de miel de abeja una vez por semana ya que la miel contiene compuestos antibacteriales que ayudan a eliminar el problema, también se pueden utilizar mascarillas de barro verde (que se consigue en tiendas naturistas), este te ayuda a desinflamar los comedones y a secarlos.

Cuando el problema de acné ya es más serio y se presenta en la edad adulta por lo general se asocia a algún problema hormonal, en el caso de las mujeres el Síndrome de Ovario Poliquístico es una de las causas numero uno de acné en mujeres adultas, una vez sea corregido el perfil hormonal el acné desaparece, en este caso tanto el ginecólogo como el dermatólogo tienen que valorar que tratamiento es el mejor para este caso.

En términos generales el acné es un problema de la piel que puede ser desde insignificante hasta un problema serio que trae de tras otro tipo de alteraciones fisiológicas. Lo recomendable es siempre acudir al especialista y seguir los consejos que nos dé. Otra cosa muy importante es no manipular los barritos ni tocarse la cara constantemente, lavarse la con un jabón especial y utilizar cremas o maquillajes “no comedogénicos” es decir que no te van a tapar los poros y propiciar la formación de comedones. Recuerda que una piel sana es reflejo de una buena salud.

Foto: Madres e hijos

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